Cati, la coordinadora de infantil en un colegio toledano, decidió abordar un pequeño enigma antes de las vacaciones navideñas. A pesar de que el equipo docente se llevaba de maravilla entre ellos, las interacciones con algunas familias no resultaban tan fluidas.
Para entender las sutilezas que escapaban, Cati recurrió al mapa de estilos relacionales del modelo Bridge. La imagen pintada reveló:
âž¡ una sintonÃa emocional fuerte,
âž¡un equipo que realmente "se gustaba",
âž¡pero que veÃa el mundo predominantemente desde una perspectiva emocional y reflexiva.
El descubrimiento fue esclarecedor: las familias con un estilo más racional y activo presentaban desafÃos en la comunicación. Fue entonces cuando Cati, junto con su equipo, decidió enfrentar el reto.
El análisis del mapa de estilos se convirtió en el faro que iluminaba el camino hacia una comunicación más efectiva con familias más racionales y activas.
💡 La clave estaba en ser más asertivos y directos, ajustando el tono para conectar de manera más efectiva con todos💡
Este caso ilustra cómo el entendimiento de los estilos relacionales puede ser una herramienta poderosa para mejorar la comunicación, no solo en el ámbito interno del equipo sino también en las relaciones con clientes y familias.
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