A lo largo de la historia, la fascinación por los elementos ha sido una constante, pero fue Empédocles de Agrigento, un visionario filósofo del siglo V a.C., quien primero articuló la idea de los cuatro elementos: fuego, agua, tierra y aire. Según sus palabras: "La amistad los une y el odio los separa."
Este concepto trascendió las eras y llegó a Aristóteles, quien añadió las cualidades "elementales" asociadas por antagonismo: húmedo y seco, caliente y frío. Aristóteles, abarcando diversos campos del conocimiento, otorgó un "orden natural" a los elementos: la tierra, fuente de sustento y civilización; el agua, símbolo de vida, purificación y emoción; el aire, esencial para la vida y asociado con el espíritu e intelecto; y el fuego, representación de la transformación y purificación.
Hoy, en el Modelo Bridge, estos cuatro elementos han evolucionado para reflejar las dimensiones fundamentales de la personalidad: tierra, fuego, agua y aire. Cada uno representa un enfoque particular hacia la razón, la emoción, la reflexión y la acción.
En el Modelo Bridge, cada elemento aporta su singularidad y contribuye a la sinfonía compleja de las interacciones humanas.
Si aún no has explorado las profundidades de esta metodología, te alentamos a que te sumes a nuestras próximas formaciones: https://lnkd.in/dwG69Ntg
Encuentra las próximas certificaciones en Barcelona, Madrid y online en: https://lnkd.in/dwG69Ntg
Comments